Israel planeó atacar a Irán desde hace 8 meses y EU lo apoyó en secreto, según medios

La noche del jueves inició la “sorprendente y extensa” operación israelí contra “instalaciones nucleares, emplazamientos de misiles, científicos y generales de Irán”. Ese ataque, que amenaza con abrir una guerra regional de proporciones imprevisibles, “tuvo lugar tras ocho meses de intensos preparativos clandestinos”, de acuerdo con el portal estadunidense Axios.

Esos ocho meses comenzaron, de acuerdo con fuentes israelíes citadas por Axios, tras el intercambio de fuego de octubre pasado entre Teherán y Jerusalén. El primer ministro Benjamin Netanyahu ordenó entonces a las Fuerzas de Defensa de Israel y al Mossad diseñar un plan que golpeara simultáneamente los dos pilares del poderío estratégico iraní: el programa de misiles balísticos y el proyecto nuclear, que el dirigente israelí describe como “amenazas existenciales”.

¿Qué objetivos persigue el plan de Netanyahu?

La ofensiva incluye ataques aéreos, sabotaje sobre el terreno y asesinatos selectivos. En las primeras horas, Israel “intentó asesinar a científicos nucleares que, según afirma, tenían los conocimientos para fabricar una bomba”; al menos dos de los 25 señalados han muerto, según Axios. Además, el ataque se cobró “la muerte del comandante de la Guardia Revolucionaria y del jefe del Estado Mayor, junto con la de otro general de alto rango”.

Netanyahu anunció que la operación busca “eliminar” la capacidad nuclear y de misiles de Irán y podría prolongarse “varios días, quizás semanas”. La elección del calendario no es casual: Teherán está a punto de inaugurar una planta subterránea de enriquecimiento supuestamente inmune incluso a las bombas perforadoras más potentes. Para Israel, golpear antes de que esas instalaciones entren en pleno funcionamiento era cuestión de ahora o nunca.

¿Cómo fue el plan de las FDI y el Mossad contra Irán?

Un funcionario de seguridad israelí dijo a la cadena Fox News que Israel logró engañar a los altos comandantes de la fuerza aérea de Irán para que se reunieran para una reunión. El funcionario añadió que los ataques tuvieron más éxito del que Israel había previsto.

“Realizamos actividades específicas para conocerlos mejor y luego usamos esa información para influir en su comportamiento”, dijo el funcionario. “Sabíamos que esto los llevaría a conocerse, pero lo más importante, sabíamos cómo mantenerlos allí”.

Además, el funcionario dio a Fox News una visión detallada de la Operación León Ascendente. Las operaciones previas a los ataques israelíes implicaron la recopilación de inteligencia, el uso de tecnologías avanzadas y el despliegue de fuerzas de comando que operaban en todo Irán. Afirma que se recopiló información exhaustiva y se realizó vigilancia para incriminar a altos funcionarios del sistema de seguridad iraní y a científicos nucleares que fueron eliminados. El Mosdad, en coordinación con las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI), llevó a cabo una serie de operaciones de eliminación en el interior de Irán, según el funcionario.

Al comenzar el ataque israelí, agentes del Mosad en el centro de Irán desplegaron sistemas de armas guiadas de precisión en zonas abiertas cerca de los sistemas de misiles tierra-aire (SAM) de Teherán. Los misiles se lanzaron contra sus objetivos al iniciarse los ataques aéreos israelíes. Además, el Mossad desplegó sistemas de ataque y tecnologías avanzadas en vehículos con el objetivo de neutralizar las capacidades de defensa aérea de Irán que amenazan a los aviones israelíes.

Además, el Mossad había establecido previamente una base de drones explosivos, que se activaban y lanzaban contra lanzadores de misiles tierra-tierra (SSM) que representaban una amenaza para civiles israelíes y objetivos estratégicos.

¿Cómo reaccionó Estados Unidos?

La historia oficial en Washington es de distancia, pero tras bambalinas fue de complicidad. El secretario de Estado, Marco Rubio, aseguró que el ataque fue “unilateral” y sin participación militar estadunidense. El presidente Donald Trump confirmó que “sabía que se avecinaba el ataque, pero enfatizó que Estados Unidos no tuvo participación militar”. Sin embargo, dos altos cargos israelíes dijeron al mismo medio que “Teníamos luz verde de Estados Unidos” y que la oposición pública de la Casa Blanca buscaba despistar a Irán y evitar que moviera a sus hombres clave.

Mientras endurecía su retórica contra Teherán, Trump exhortó el viernes a Irán a “hacer un trato, antes de que no quede nada… HÁGANLO, ANTES DE QUE SEA DEMASIADO TARDE”, en una publicación en su red Truth Social. La istración republicana intenta contener la escalada, al tiempo que deja claro a sus aliados del Golfo que no enviará tropas adicionales salvo que sus propias posiciones sean atacadas.

Un corresponsal de ABC News en Washington habló con Trump por teléfono la madrugada del viernes y le preguntó sobre el ataque a Irán.

"Creo que ha sido excelente", dijo Trump. "Les dimos una oportunidad y no la aprovecharon. Recibieron un golpe muy duro. Recibieron un golpe casi tan duro como cualquier otro. Y aún queda mucho por venir. Mucho más".

Cuando se le preguntó si Estados Unidos participó de alguna manera en el ataque, Trump respondió: "No quiero hacer comentarios sobre eso". Sin embargo, fuentes consultadas por ABC News, confirmaron que Estados Unidos no jugó un papel militar en el ataque de Israel a Irán, como confirmó el Secretario de Estado, Marco Rubio; pero proporcionó información "exquisita" y ayudará a defender a Israel si es necesario, especialmente contra misiles balísticos que se espera que sean lanzados desde Irán.

¿Cómo ha respondido Irán?

Teherán calificó la ofensiva de “declaración de guerra” en una carta al Consejo de Seguridad de la ONU y advirtió de una represalia no solo contra Israel sino también contra intereses estadunidenses en la región. Funcionarios iraníes han amenazado con lanzar “cientos de misiles y drones”. El régimen islámico, que históricamente tildaba a Netanyahu de “el niño que gritó lobo” por sus repetidas advertencias, ve ahora cumplida la pesadilla que durante años minimizó.

El Organismo Internacional de Energía Atómica, por su parte, confirmó el jueves que Irán ha incumplido por primera vez en dos décadas obligaciones clave de no proliferación, una declaración que Netanyahu utilizó como argumento para justificar la acción preventiva.

¿Qué papel jugó la política interna israelí?

Netanyahu, de 75 años y con un juicio por corrupción en marcha, afronta el desgaste político de la prolongada guerra en Gaza y una acusación pendiente ante la Corte Penal Internacional. Su base electoral confía en que una victoria estratégica contra Irán devuelva el aura de “Mr. Security” que perdió tras la incursión de Hamás en 2023. En su discurso a la nación, el primer ministro evocó el Holocausto para enmarcar la ofensiva:

“Hace casi un siglo, una generación de líderes no actuó a tiempo. ‘Nunca más’ es hoy”, dijo, subrayando que el Estado judío ha aprendido “las lecciones de la historia”.

A corto plazo, el mayor riesgo es la respuesta de Irán a un golpe que ha descabezado parte de su cúpula militar y expuesto su programa nuclear. Analistas temen ataques contra bases estadunidenses en Irak o Siria y contra petroleros en el golfo Pérsico, lo que dispararía los precios del crudo y pondría en jaque el comercio mundial. Políticamente, la ofensiva dinamita lo que quedaba de la negociación nuclear que la istración Trump había intentado resucitar. Como advirtió Axios, el ataque “destruyó cualquier esperanza de un acuerdo nuclear y asestó posiblemente el mayor golpe al régimen iraní desde la revolución de 1979”.

¿Qué podemos esperar ahora?

Israel prevé “días, quizás semanas” de operaciones adicionales sobre instalaciones subterráneas. Mientras, Washington recalibra su postura entre el respaldo histórico a Israel y el temor a un conflicto regional que podría arrastrar a sus tropas. En la diplomacia silenciosa pesa otra pregunta: ¿hasta qué punto estuvo Estados Unidos implicado en la inteligencia y la logística del ataque?

Por lo pronto, Netanyahu proclama que la campaña “ha demostrado que nunca más” es una promesa tangible. En Teherán, la Guardia Revolucionaria promete que la “respuesta será devastadora y proporcional”. Y las capitales árabes, ya sacudidas por años de tensiones, aguardan con inquietud el próximo movimiento en un tablero que vuelve a girar sobre la eterna rivalidad entre Israel e Irán.

dmr