Sin maquillaje/ [email protected]/ 13 de junio de 2025

• OTRA PRUEBA

Don Alfred, en ocasiones he escuchado hablar de la prueba de fuerza del agarre para ayudar a pronosticar nuestra salud y probabilidades de vida, ¿en qué consiste ésta?

R. La prueba de “la fuerza de agarre” es, en realidad, una prueba sencilla para medir las probabilidades de vivir más tiempo.

La fuerza de agarre no es sólo una muestra de cuánto puede apretar con la mano, sino un indicador sorprendente de salud general y de posibilidades de vivir una vida larga. Estudios han demostrado que medir la fuerza con un dinamómetro puede predecir mejor el riesgo de muerte prematura que otros factores, como la presión arterial.

Una fuerza de agarre baja puede señalar que se es sedentario, que está perdiendo masa muscular o que tiene mayor riesgo de fragilidad y caídas en el futuro. Además, está relacionada con problemas metabólicos como la diabetes, la depresión y el deterioro cognitivo. Incluso, quienes tienen mejor fuerza de agarre en la mediana edad tienen más probabilidades de llegar a los 100 años o más cerca que otros.

Lo mejor es que puede mejorar esta fuerza con ejercicios simples, como apretar con toda su fuerza una pelota de tenis por 30 segundos o hacer entrenamiento de resistencia para las manos y brazos. Mantenerse activo y fortalecer los músculos es fundamental para cuidar la salud y aumentar las probabilidades de vivir más y mejor, sobre todo, esto último.

• LOS ESPÍRITUS Y EL MÁS ALLÁ

¿Cuánta gente cree en los espíritus y la vida en el “más allá”?

R. Más de lo que nos imaginamos. Le comparto que la creencia en espíritus y en la vida después de la muerte es común en todo el mundo y no se limita a personas mayores, ya que los jóvenes también muestran altos niveles de espiritualidad. En muchos países, la mayoría de las personas creen en algún tipo de vida después de la muerte y en la existencia de energías o espíritus en animales y la naturaleza. Estas creencias espirituales no siempre dependen de la religión tradicional y, en algunos casos, los jóvenes igualan o superan a los adultos mayores en la creencia en espíritus o la reencarnación.

En México, la gran mayoría de la población se identifica como creyente; según una encuesta reciente, 71% de los jóvenes mexicanos entre 18 y 29 años se considera creyente y 58.7% afirma que la espiritualidad es importante en su vida. Aunque el catolicismo sigue siendo la religión predominante, ha disminuido en las últimas décadas, representando alrededor de 69% a 77% de la población, mientras que 9.5% no profesa ninguna religión. Las creencias espirituales y religiosas siguen teniendo un papel relevante, especialmente en la vida cotidiana y en la percepción de los jóvenes sobre Dios, a quien suelen ver como amoroso y misericordioso.

¿Alguien le ha dicho que si no se porta bien con la tía, ésta vendrá después a jalarle los pies?

• LA ANTÁRTIDA

Me acabo de enterar que los viajes a la Antártida son muy, muy caros, ¿a qué se debe esto?

R. Así es y hay varias razones. Su ubicación remota hace que el sea complicado, requiriendo transportes especializados como barcos de expedición o vuelos fletados. Además, la temporada de viajes es muy corta, entre noviembre y marzo, lo que aumenta la demanda y los precios.

Los barcos que realizan estos viajes deben estar reforzados contra el hielo y contar con equipo especializado para condiciones extremas, lo que eleva los costos. También existen regulaciones ambientales estrictas que limitan la cantidad de visitantes y exigen prácticas ecológicas, haciendo que los viajes sean más exclusivos y costosos. Las expediciones requieren personal altamente calificado, como guías expertos, científicos y equipos de seguridad, lo que aumenta aún más el presupuesto.

Finalmente, los costos de combustible y logística son elevados, ya que los barcos deben transportar todos los suministros necesarios, incluyendo alimentos, agua y combustible para la duración del viaje. A pesar de los altos precios, visitar la Antártida es una experiencia única en la vida que muchos consideran invaluable. ¿Se anima?